martes, 6 de enero de 2009

Premier voyage en traineau



Para no perder la tradición, este fin de año hemos estado en un lugar nuevo: una casa perdida en los Alpes franceses, tan perdida que no tenía ni cobertura y para llegar era necesario un todoterreno o caminar desde donde podían aparcarse los coches. Fue una noche con gente conocida y por conocer, de lugares y culturas diferentes, pero con muchas ganas de compartir. Cada vez que viajo me aporta una experiencia y aprendizaje nuevos. Este es uno de los motivos de porqué me llama tanto la atención viajar.
Esta vez, entre otras cosas, he probado el snowboard. Gracias a la paciencia de mis profesores, conseguí bajar una pista entera. Sin embargo, en el descenso de la segunda cumplí uno de mis sueños: bajar en trineo. Y ¡con un especalista de la Cruz Roja como conductor! Tendré que continuar practicando snow para mejorar.

Ahora todos hemos vuelto a casa renovados, con las pilas cargadas y con muchas ganas de comenzar este año. Mientras tanto, la nieve continúa cayendo por mi ventana.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Los paisajes son preciosos.Ten cuiado con las lesiones.


Mamá