Hasta que no se te inutiliza, no te das cuenta de lo importante que es para ti esa parte del cuerpo. Primero fueron mis tendones; luego, mi voz; ahora, mi muñeca derecha.
Desde coger la taza del café con la izquierda hasta configurarme el ratón para zurdos. Este descubriendo el mundo de los zurdos... Y esta noche, ¡escribir con la izquierda!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario